Si está pensando en iniciarse en el ciclismo, debe saber exactamente qué puede esperar. El ciclismo tiene muchos beneficios, desde el desarrollo de la fuerza de la parte inferior del cuerpo hasta la mejora de la salud cardiovascular. Incluso puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer. Pero, ¿cuáles son los riesgos asociados al ciclismo? He aquí algunos consejos para ayudarle a mantenerse seguro y obtener los máximos beneficios del ciclismo.
El ciclismo mejora la salud cardiovascular
El ciclismo es una forma de ejercicio de baja energía que resulta beneficiosa para personas de todas las edades. También puede ser una actividad social, ya que permite a los ciclistas pasar tiempo con otros y relacionarse con gente nueva. También se ha relacionado con la salud del cerebro, ya que el ciclismo puede reducir los cambios cognitivos que podrían dejar a las personas más vulnerables a la demencia en el futuro. Además, el ciclismo puede ayudar a mejorar las conexiones sociales y la vida familiar.
El ciclismo reduce la cantidad de grasa en la sangre, que puede obstruir las arterias y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. Un estudio realizado en Dinamarca analizó a 30.000 personas de entre 20 y 93 años y descubrió que el uso de la bicicleta mejoraba la salud cardiovascular. Además, los ciclistas están expuestos a una contaminación atmosférica entre dos y tres veces menor que los que van al trabajo en coche. A pesar de los beneficios para la salud del ciclismo, sigue siendo esencial consultar a un médico antes de iniciar cualquier programa de ejercicio físico o hacer cambios en la dieta.
Los estudios realizados sobre los beneficios del ciclismo han descubierto que éste puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y cáncer. También se ha demostrado que reduce el riesgo de obesidad. El ciclismo es un excelente ejercicio aeróbico que ayuda al corazón, los vasos sanguíneos y los pulmones. Por ello, es una de las muchas formas de actividad física recomendadas por el NHS.
El ciclismo mejora el equilibrio, la coordinación y la marcha. El equilibrio es esencial para una vida sana, ya que tiende a deteriorarse a medida que envejecemos. Al mejorar el equilibrio, el ciclismo puede prevenir las caídas y las fracturas, y le ayuda a mantener la movilidad y evitar las lesiones. Y, por supuesto, ¡ahorra dinero en gasolina!
El ciclismo es también un excelente ejercicio cardiovascular de bajo impacto, que trabaja todos los músculos de la parte inferior del cuerpo. Es una forma estupenda de mantenerse en forma y pasar un buen rato. También es una forma asequible y divertida de desplazarse. Además, es suave para las articulaciones, por lo que es una forma de ejercicio ideal para todos los niveles de fitness. Intente montar en bicicleta entre treinta y sesenta minutos, de tres a cinco días a la semana.
El ciclismo puede ayudar a prevenir y controlar las enfermedades cardiovasculares. Puede mejorar el equilibrio, la fuerza muscular y la resistencia del cuerpo. También puede ayudarle a eliminar la tensión en las articulaciones. También es una gran alternativa para las personas con problemas de movilidad o discapacidad.
Ayuda a desarrollar la fuerza de la parte inferior del cuerpo
Montar en bicicleta ayuda a desarrollar la fuerza de la parte inferior del cuerpo de varias maneras. Por un lado, es de bajo impacto en comparación con otras formas de actividad física. Correr utiliza los mismos músculos de la parte inferior del cuerpo que el ciclismo, pero éste es mucho más fácil para las articulaciones. Además, el ciclismo entrena los músculos más pequeños, lo que puede aumentar la estabilidad de las articulaciones. Por esta razón, el ciclismo es una buena opción para las personas con lesiones previas.
Otra de las ventajas del ciclismo es que se centra en los músculos de las piernas. La cantidad de resistencia y la cadencia que utilices pueden ayudar a aumentar la fuerza de las piernas. Por ejemplo, puede aumentar la fuerza de las piernas reduciendo la cadencia a 80 revoluciones por minuto. Además, el uso de marchas de alta resistencia ayuda a fortalecer los músculos de las piernas.
Para empezar a montar en bicicleta, debes comenzar con un calentamiento. Debe pedalear lentamente durante unos minutos antes de aumentar la intensidad. Una vez que su ritmo cardíaco alcance el nivel recomendado, puede empezar a trabajar los músculos de la parte inferior del cuerpo. Puede utilizar bicicletas fijas o una minibicicleta estática para aumentar su resistencia al ciclismo.
El ciclismo es una forma excelente de aumentar la resistencia cardiovascular y muscular. Al montar en bicicleta durante 30 minutos al día, puede aumentar su resistencia y su resistencia cardiovascular. También favorece una mejor postura y estabilidad del núcleo. Además, el ciclismo es un ejercicio cardiovascular de bajo impacto, lo que significa que las articulaciones no sienten tanta presión como en otras formas de ejercicio cardiovascular.
También puedes incorporar el pedaleo con una sola pierna a tus entrenamientos de ciclismo. Este ejercicio hace trabajar los flexores de la cadera, que son importantes para empujar los pedales. La pierna delantera debe estar flexionada 90 grados, mientras que la trasera debe estar paralela al suelo. Una vez que la pierna esté flexionada, debes empujarla hacia delante para forzarla a subir.
Además de ejercitar las piernas, el ciclismo también trabaja la musculatura central, incluida la espalda y el torso. Los abdominales apretados facilitan el pedaleo y alivian la presión sobre la zona lumbar. Los músculos de la espalda y los flexores de la cadera también se ven afectados por el ciclismo.
Quema calorías más rápido de lo que ingieres
El ciclismo puede ser una excelente manera de quemar calorías sin consumir nada. Una persona de 150 libras puede quemar alrededor de 600 calorías por hora, en comparación con sólo 300 calorías por la misma cantidad de caminata. Además, las cuestas ayudan a quemar más calorías. Andar en bicicleta por las colinas ayuda a quemar más calorías que caminar en terreno llano.
La eficiencia metabólica bruta (EMB) de los ciclistas es del veinte al veinticinco por ciento. Esto significa que aproximadamente la mitad del combustible que se quema durante el ciclismo se utiliza para el trabajo mecánico y la otra mitad se pierde en forma de calor. Por el contrario, el 25 por ciento de las calorías que ingiere produce 4,184 kilojulios de trabajo. Por razones prácticas, esta estimación suele ser demasiado baja, y los ciclistas deberían aspirar a una quema de calorías exacta.
Para perder peso, debe aumentar el número de calorías que quema y restringir el número de calorías que consume. El ciclismo quema más calorías en un tiempo determinado que el caminar, y puede ser mejor para las personas con poco tiempo. Cuantas más calorías queme, más grasa eliminará.
El ciclismo es una forma estupenda de mejorar su estado cardiovascular. Si pedaleas a un ritmo moderado (entre ocho y nueve millas por hora), puedes quemar hasta 280 calorías por hora. Eso es más del doble de calorías que caminar, e incluso más si tienes más peso. En comparación, una persona media quema unas 232 calorías por hora mientras camina.
Reduce el riesgo de cáncer
El ciclismo es una excelente forma de ejercicio, y los investigadores afirman que reduce el riesgo de cáncer y enfermedades cardíacas. También aumenta el ritmo cardíaco y mejora las funciones del sistema cardiovascular. El ciclismo no requiere ningún equipo, ropa o entrenamiento especial, y la mayoría de las personas de cualquier edad pueden practicarlo. La clave está en mantener un nivel de intensidad adecuado, que dependerá del nivel de forma física del individuo.
En un estudio publicado en el British Medical Journal, los investigadores descubrieron que el uso de la bicicleta estaba relacionado con una reducción del 45% del riesgo de cáncer. El estudio también descubrió que los que iban al trabajo en bicicleta tenían un menor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y cardiovasculares que los que iban a pie. Y lo que es más sorprendente, los que iban en bicicleta tenían un menor riesgo de muerte por cualquiera de estas enfermedades en comparación con los que iban a pie o en coche al trabajo.
Aunque algunos estudios han demostrado una relación entre el ciclismo y el cáncer, otros no han encontrado ninguna relación. Los investigadores siguen intentando determinar qué factores pueden ser los responsables de esta asociación. Un estudio sugiere que el ciclismo reduce el riesgo de cáncer de próstata y de testículos, pero se necesitan más estudios para determinar si es cierto para otros tipos de cáncer.
Investigadores de la Universidad de Glasgow descubrieron que ir al trabajo en bicicleta está asociado a un menor riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas y muerte prematura. En comparación con ir a pie al trabajo, ir en bicicleta reduce el riesgo a casi la mitad. También se asocia a un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes. Por lo tanto, es una buena noticia para todos los que tienen que ir al trabajo cada día.
El estudio también descubrió que el uso de la bicicleta se asociaba a una menor mortalidad por ECV y por todas las causas que los desplazamientos a pie, lo que explica la relación entre estos últimos. Los desplazamientos en modo mixto, que incluyen caminar y montar en bicicleta, también se asociaron a una menor mortalidad por cáncer. Estos resultados son una noticia alentadora para los ciclistas.
Para resumir:
- El ciclismo aumenta la salud cardiovascular al hacer que el corazón trabaje más en una sesión más larga.
- El ciclismo ayuda a fortalecer la parte inferior del cuerpo.
- Los paseos más largos le dan un entrenamiento constante de quema de calorías
- El ciclismo, al igual que todos los entrenamientos, reduce el riesgo de padecer enfermedades mortales como el cáncer, los accidentes cerebrovasculares o las enfermedades cardiovasculares, entre otras.